Una de las grandes dificultades que entrañan los concierto en la terraza, radica en que cuando son dos los artistas que se suben al escenario, pueden hacerse las cosas de dos maneras diferentes, o bien se alternan y tocan cada uno sus temas o bien, se unen y tocan todos juntos, algo que hace necesario un mínimo ensayo en los días antes del concierto, por que a fin de cuentas es algo que va a pasar delante de una cámara, nadie en su sano juicio hacia algo así sin un mínimo de preparación, una canción quizás, un concierto de ni de coña.

En el caso de este concierto, optaron por cantar juntos y tengo que decir que en los años que llevamos haciendo este ciclo, nunca habíamos visto que dos grupos que no se conocían hasta el primer ensayo, que encajasen tan bien y que tuvieran tantas ganas, toda una delicia.

Con semejante prolegomeno, podeis imaginar como fue el concierto.
Aquí os dejamos una breve muestra de lo que pudimos ver.